BOLIVAR: ANTROPOFAGO DE VENEZUELA.
Por: Víctor Julio García Rodríguez (*)
A nosotros nos enseñaron que SIMON BOLIVAR, fue el libertador de cinco (5) Republicas, que nació en Caracas, murió en la Quinta de San Pedro Alejandrino de una tisis, que fue el gestor de la doctrina conservadora, que su mujer era MANUELITA SAENZ, que tuvo un caballo llamado PALOMO y que el General Santander, contrato unos sicarios a caballo para “quebrarle la nalga” porque Bolívar intento perpetuarse en el poder, y convertir a Colombia, en una República Bolivariana.
Por lo menos, esa fue la “película” que nos echaron en el colegio y que aun muchos profesores la siguen recitando de memoria, a sus ignotos alumnos.
Pero lo que no nos enseñaron en el colegio y que la historiografía patriótica no cuenta o relata, es que SIMON BOLIVAR, fue todo un sanguinario y que para la Monarquía Española, era un plebeyo subversivo, que atentaba contra la institucionalidad, porque durante su gesta libertadora cometió toda clase de vejámenes contra el pueblo español, motivo por el cual a él y los suyos los llamaban los “antropófagos de Venezuela”, porque todas sus acciones estaban marcadas por el asesinato, el saqueo de bienes y la violación de mujeres españolas.
Era tan inhumanas sus actuaciones que durante la campaña libertadora hacia reclutamientos forzados y el que se negaba lo mandaba a fusilar, como lo sucedido con unos niños que se opusieron a empuñar las armas, razón suficiente para que el General Bolívar ordenara su fusilamiento con el cuento “que esto enseñara a los demás a obedecer” y era tan notoria su xenofobia por los españoles, que una vez sucedida la Batalla de Boyacá, cometió entre otros los siguientes delitos de lesa humanidad: I. el 21 de septiembre de 1814, hizo fusilar a 69 españoles, sin derecho a la defensa, por el solo hecho de ser españoles. II. El 8 de febrero de 1814, el libertador Bolívar, dio la orden de fusilar a 1.200, españoles presos, que permanecían encadenados de a dos, en las mazmorras de Caracas, Valencia y la Guaira. III. De un hospital de Caracas, fueron sacados a la fuerza, más de un centenar de españoles enfermos, inválidos, niños, mujeres embarazadas y ancianos, que fueron asesinados con la mayor crueldad, ya que al no disponerse de pólvora para la munición, estos chapetones fueron asesinados con picas, machetes o sables y otros lapidados en sus cabezas.
De lo anterior, se infiere que detrás de un defensor de los intereses del pueblo, también se esconde un sanguinario y si y si ustedes no me creen, los invito a que lean el libro “Al oído del Rey”, de Pablo Victoria, para que me refuten lo expuesto.
Por: Víctor Julio García Rodríguez (*)
A nosotros nos enseñaron que SIMON BOLIVAR, fue el libertador de cinco (5) Republicas, que nació en Caracas, murió en la Quinta de San Pedro Alejandrino de una tisis, que fue el gestor de la doctrina conservadora, que su mujer era MANUELITA SAENZ, que tuvo un caballo llamado PALOMO y que el General Santander, contrato unos sicarios a caballo para “quebrarle la nalga” porque Bolívar intento perpetuarse en el poder, y convertir a Colombia, en una República Bolivariana.
Por lo menos, esa fue la “película” que nos echaron en el colegio y que aun muchos profesores la siguen recitando de memoria, a sus ignotos alumnos.
Pero lo que no nos enseñaron en el colegio y que la historiografía patriótica no cuenta o relata, es que SIMON BOLIVAR, fue todo un sanguinario y que para la Monarquía Española, era un plebeyo subversivo, que atentaba contra la institucionalidad, porque durante su gesta libertadora cometió toda clase de vejámenes contra el pueblo español, motivo por el cual a él y los suyos los llamaban los “antropófagos de Venezuela”, porque todas sus acciones estaban marcadas por el asesinato, el saqueo de bienes y la violación de mujeres españolas.
Era tan inhumanas sus actuaciones que durante la campaña libertadora hacia reclutamientos forzados y el que se negaba lo mandaba a fusilar, como lo sucedido con unos niños que se opusieron a empuñar las armas, razón suficiente para que el General Bolívar ordenara su fusilamiento con el cuento “que esto enseñara a los demás a obedecer” y era tan notoria su xenofobia por los españoles, que una vez sucedida la Batalla de Boyacá, cometió entre otros los siguientes delitos de lesa humanidad: I. el 21 de septiembre de 1814, hizo fusilar a 69 españoles, sin derecho a la defensa, por el solo hecho de ser españoles. II. El 8 de febrero de 1814, el libertador Bolívar, dio la orden de fusilar a 1.200, españoles presos, que permanecían encadenados de a dos, en las mazmorras de Caracas, Valencia y la Guaira. III. De un hospital de Caracas, fueron sacados a la fuerza, más de un centenar de españoles enfermos, inválidos, niños, mujeres embarazadas y ancianos, que fueron asesinados con la mayor crueldad, ya que al no disponerse de pólvora para la munición, estos chapetones fueron asesinados con picas, machetes o sables y otros lapidados en sus cabezas.
De lo anterior, se infiere que detrás de un defensor de los intereses del pueblo, también se esconde un sanguinario y si y si ustedes no me creen, los invito a que lean el libro “Al oído del Rey”, de Pablo Victoria, para que me refuten lo expuesto.
NOTICIERO DEL LLANO.
LA VOZ DEL LLANO
VILLAVICENCIO, 06 DE AGOSTO DE 2009
(*) Administrador Publico, especialista en Derecho Publico, periodista afiliado a FELCOPER.
Víctor:
ResponderEliminarAquí aprendiendo historia con tu artículo. ¿Te imaginas que diría Hugo Chávez, si te lee?.
Un abrazo a todo el equipo poderoso del Noticiero del Llano: Alcides, Alirio, y que no se me quede ninguno fuera.